sábado, 6 de abril de 2013
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I.- MI PERCEPCIÓN CON RELACIÓN A LA ALEGRÍA AUSENTE EN AMPLIOS SECTORES DE LA POBLACIÓN DOMINICANA.
1.- La especie humana no está formada para vivir en estado anímico de aflicción; cuando refleja pesar es porque algo la está afectando; lo normal es que en ella esté ausente la tristeza; el gozo genera satisfacción personal, traduce y motiva entusiasmo, que muchas veces se transmite a los demás creando un ambiente de júbilo colectivo.
2.- El pueblo dominicano, tiene como música vernácula el merengue, que se armoniza con instrumentos que inspiran contentura, como la tambora, la guira y el acordeón; en el fondo de su alma debiera estar formado para vivir en estado de alborozo. Pero no ocurre así.
3.- La actitud normal de muchos de los dominicanos hoy, no es de alegría, sino de nostalgia; su estado sólo cambia ante un hecho exterior que mueve sus fibras sensibles y le produce regocijo.
4.- En determinados momentos, algunas dominicanas y dominicanos cuando están solos e inactivos, permanecen cavilando; si ejecutan una labor, mantienen la idea fija en lo que están haciendo, con su pensamiento rígido, reconcentrado en lo que están realizando.
5.- Es una casualidad ver a la generalidad de nuestros compatriotas relajados; por lo regular se mantienen tiesos; se comportan en estado de tensión, como si estuvieran en espera de algo que ha de llegar cargado de fatalismo.
6.- Estar esquivo se ha convertido en algo normal en nuestros paisanos; se observan ariscos. El sentido de confiado que se advertía ayer, hoy no está presente en el dominicano común y corriente; el alejamiento ha hecho acto de presencia en su forma de ser.
7.- El reposo espiritual es signo de satisfacción, resultante de un agradable estado emocional, de algo recibido en nuestro cerebro desde el mundo exterior que nos rodea; accionar con indignación es demostración de que algo desagradable a nuestro modo de pensar ha ocurrido o está ocurriendo; el enfado produce en el ser humano un choque emocional que cambia la calma habitual, por algo que genera cólera, como consecuencia de lo que nos motiva el resultado del enojo.
8.- Si partimos del criterio que por naturaleza las mujeres y los hombres son alegres, podemos llegar a la conclusión de que el cambio de ese estado emocional a triste, debemos buscarlo en el ordenamiento social bajo el cual vivimos y el sistema que le sirve de base.
9.- Lo usual debiera ser que nuestros compatriotas permanecieran alegres, y lo desusado que estén tristes, como ocurre en la actualidad con amplios sectores de la población dominicana.
10.- En el medio social actual debemos buscar las causas generadoras del estado anímico de amplias capas sociales en la actual coyuntura que vive el país.
11.- La emoción, que rompe la pasividad, es el producto de algo que nos genera agitación circunstancial. Por una situación semejante pasa una gran mayoría de los integrantes del pueblo dominicano.
12.- Estar emocionado por algo agradable que ha llegado al cerebro, ha de ser atractivo, porque lo repulsivo es rechazado aún sin ser examinado o sometido a consideración sentimental.
13.- La actitud de diferentes segmentos de la sociedad dominicana actual, es que normalmente sólo expresan alegría como consecuencia de algo que le ha llegado al cerebro en forma súbita, o porque lo ha procurado para sentirse alegre.
14.- Podemos ser testigos de la alegría de muchos dominicanos que solamente la manifiestan, si, por ejemplo, reciben la noticia de algo agradable, pero que hasta ese momento era inesperado, como puede ser la noticia de que resultaron agraciados con un premio mayor millonario de una lotería.
15.- Ocurre también que algunos que están permanentemente afligidos, para romper su abatimiento recurren a medios de alucinación, con el fin de sustraerse a la realidad, y colocarse mental y anímicamente en el terreno de la ilusión, forjándose en el cerebro espejismos; llegando en algunas ocasiones al deslumbramiento irreal, como consecuencia de su provocado desvarío.
16.- Si para sentirse alegre una persona tiene que auxiliarse de algunas sustancias alucinógenas, droga legal o ilegal, entonces debemos concluir que normalmente no es alegre, y que para alcanzar la alegría ha de procurarse una motivación extraña a su forma natural de ser.
II.- LA ALEGRÍA DOMINICANA Y EL CLÁSICO MUNDIAL DE BÉISBOL.
17.- Como si el concepto felicidad andaba en busca de nuestro país, la República Dominicana se coronó campeón en el Clásico Mundial de Béisbol, el 19 de marzo del año en curso; al día siguiente, 20 de Marzo de 2013, la organización de las Naciones Unidas -ONU-, celebró por primera vez el Día Internacional de la Felicidad, ocupando nuestro país en la escala mundial de 155 países el número 93.
18.- Decidí elaborar este escrito después que el equipo dominicano de béisbol obtuvo el título de campeón en el Clásico Mundial de Béisbol.
19.- En todo el transcurso del último juego del Clásico Mundial, celebrado entre Puerto Rico y la República Dominicana, nuestro país permaneció inmovilizado; una vez el lanzador Fernando Rodney, hizo abanicar al bateador emergente puertorriqueño, concluyendo así el partido, lo que se vio en el país fue una especie de locura colectiva.
20.- Hombres y mujeres del pueblo, buscaron diferentes formas para expresar su alegría ante la victoria alcanzada por la novena dominicana.
21.- En todo el territorio nacional, personas de diferentes edades y clases sociales, compartieron el triunfo en común, expresando un inusual enardecimiento que, por momento, llegó a ser comparado con un frenesí que parecía, a algo así, como al paroxismo.
22.- Ahora mismo no recuerdo cuándo fue la última vez que vi a la generalidad de lo que en verdad se llama pueblo dominicano, manifestarse con una alegría semejante a la del día del triunfo contra el equipo de Puerto Rico; se expresó con arrebato. Particularmente en las calles de Santiago, los compueblanos se abrazaban, aun sin conocerse.
III.- MOTIVACIÓN DE LA MOTORIZACIÓN DEL CLÁSICO MUNDIAL DE BÉISBOL EN EL ESTADO DE ÁNIMO DE NUESTRO PUEBLO.
23.- El cambio del estado de ánimo que demostró el pueblo dominicano con motivo del Clásico Mundial de Béisbol, fue notorio porque ese acontecimiento tuvo componentes que influyeron para que las masas populares reaccionaran como lo hicieron.
24.- Por ejemplo, en el aspecto deportivo por primera vez en la historia, nuestro país resultó en béisbol, como colectivo, campeón enfrentando equipos, a nivel internacional, de distintos continentes.
25.- Para impulsar más el estado emocional nacional, el campeonato fue conquistado pasando el equipo dominicano por episodios difíciles, como ocurrió en el juego que comenzó perdiendo cuatro carreras por cero.
26.- Se puso en alto la calidad de nuestro béisbol: el picheo de Deduno ante Estados Unidos; los lanzadores abridores concluyeron con una efectividad de 1.75, y los relevistas no permitieron anotaciones en las últimas 25 entradas; en fin, la mayoría de los jugadores dominicanos fueron seleccionados como estrellas en sus respectivas posiciones.
27.- Además, en el Clásico Mundial de Béisbol se elevó nuestro entusiasmo hasta lo más alto, porque no sólo ganamos el campeonato, sino que lo hicimos invictos, algo que no había ocurrido anteriormente.
28.- Los brios de cada nacional dominicano tenían que sobresalir con el Clásico, porque el evento levantó el orgullo nacional, demostrando que además de ser la mayor fuente de peloteros, fuera de los Estados Unidos, hoy somos los mejores en béisbol a nivel mundial.
IV.- FERNANDO RODNEY Y EL PLÁTANO EN EL CLÁSICO MUNDIAL.
29.- La euforia resultante del Clásico Mundial de Béisbol también estuvo matizada por elementos que, aunque ocurrieron en el curso del pasatiempo beisbolero, salieron a relucir por primera vez, como fue el caso del plátano.
30.- El hecho de que el lanzador relevista Fernando Rodney, hiciera uso del plátano colocándoselo en la cintura, impulsó más a las grandes mayorías nacionales dominicanas a identificarse, con sentido patriótico y nacionalista, con su equipo y disfrutar con ardor el triunfo alcanzado.
31.- El plátano, como alimento de los dominicanos, no es un producto agrícola cualquiera; él simboliza e identifica un gran componente en la dieta diaria de lo que en verdad se llama pueblo dominicano.
32.- Además, Fernando Rodney, no tenía el plátano colocado en forma disimulada, sino que lo exhibía abiertamente con orgullo, para que lo viera todo aquel que presenciaba por televisión los juegos en los cuales incidía el equipo dominicano.
V.- EL ESTADO ANÍMICO DE AMPLIOS SECTORES DE NUESTRO PUEBLO. LAS SITUACIONES HISTÓRICAS DE SU VIDA MATERIAL Y ESPIRITUAL, Y SUS CONSECUENCIAS.
33.- El marasmo anímico que percibo en amplios sectores de nuestro pueblo, no debiera estar supeditado a un acontecimiento o a la estimulación artificial; la apatía, la quietud que refleja una gran parte de la población dominicana, debe ser superada por un dinamismo normal que se exprese con entusiasmo y vivacidad, para eliminar los signos que advierto de pasividad y abatimiento.
34.- He sido testigo de que para ver a amplios sectores de nuestro pueblo manifestando alegría, tiene que estar influido por alcohol, marihuana, cocaína o crack; en una gallera; una partida de dominó; el triunfo de su equipo favorito en béisbol, voleibol o basquetbol y, mucho más, si todo va acompañado de una música de la nueva época, conocida como el dembow, reggaeton, teniendo como directores a unos señores que desdicen mucho de lo que es decencia y buenas costumbres.
35.- Ese pueblo dominicano que se desbordó en alegría con motivo del triunfo de nuestro equipo de béisbol en el mundial, es el que queremos ver normalmente, químicamente puro, sin recurrir a sustancias motivadoras, o por hechos de satisfacción colectiva, deportivos, políticos o festivos.
36.- No escapa a mi conocimiento que las condiciones materiales de la sociedad inciden directamente en el estado y formación mental de las personas; que ellas se mueven en el ordenamiento que guía a todo el sistema social; que si hacemos un recuento histórico de las situaciones políticas y económicas bajo las cuales se ha desarrollado la vida material y espiritual del pueblo dominicano en todo el curso de su historia, debemos llegar a la conclusión de que la realidad no puede presentarnos nada halagador ni andar todo el día risueños.
37.- No podemos olvidar que el pueblo dominicano ha sufrido dictaduras feroces como la de Ulises Heureaux, Trujillo y los doce años de Balaguer; además, lo que en sí identificamos como las masas populares, nunca han estado representadas en el poder del Estado dominicano.
38.- Políticamente, nuestro pueblo se ha movido entre las tiranías y dictaduras terroristas; dictaduras constitucionales y democracias formales, con tolerancia hacia los derechos humanos y las libertades públicas.
REFLEXIONES FINALES.
39.- El presente texto lo he elaborado partiendo exclusivamente de mi percepción con relación a la actitud de alegría o tristeza de amplios sectores del pueblo dominicano.
40.- Para exponer los criterios vertidos por mi en este escrito, no he recurrido a ningún ensayo, tratado o libro de autores nacionales o extranjeros,
41.- Creo que en el dominicano, como en todo ser humano, no debe cuadrar el normal comportamiento contemplativo, sino activo, decidido; en condiciones de ferviente dinamismo, acompañado de expreso entusiasmo, la quietud y el silencio generan beneplácito para algunos, aunque disconformidad para otros de la situación que se vive en ese momento.
42.- Muchos compatriotas nuestros se mantienen como fuera de la realidad, en estado de observación permanente, en expectación; algo así como en un período de ocio mental, en lugar de presentarse en estado de actividad, de ocupación, en disposición permanente de alegría.
43.- Sé que al emitir mis opiniones consignadas en este documento, estoy pisando un terreno sumamente movedizo, pero doy constancia de que lo expuesto aquí es mi sincera opinión, la cual puede estar llena de inexactitudes.
44.- Así como ocurrió con motivo del Clásico Mundial de Béisbol, en otras ocasiones, por motivos políticos, los dominicanos y dominicanas también han hecho explosión de alegría, sacando del fondo de su alma las emociones dormidas.
45.- Procede que cada lanzamiento, batazo o fildeo que culminó con el triunfo de nuestro equipo en el Clásico Mundial de Béisbol, sea examinado individual o en conjunto, por psicólogos y sociólogos, y hasta por folkloristas, para que se compruebe el cambio de angustia por alegría; tristeza por algarabía y de consternación por placer, que se produjo en el estado de ánimo de todo nuestro pueblo, tomando como motivación el mayor logro alcanzado por un equipo dominicano en toda la historia deportiva nacional.
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