Luego del período navideño donde se expusieron las mejores perspectivas para el 2014 animadas por los buenos deseos, entramos ahora a la realidad cotidiana, la cual nos ofrece con toda seguridad una agenda cargada de manifestaciones que por lo regular resultan despreciables e irritantes.
Con seguridad tendremos un ambiente urbano caracterizado por más basuras, calles abandonadas y más semáforos destartalados incapaces de hacer señales para el tránsito. Y ese problema no sólo lo veremos en Santiago, sino en la mayoría de las municipalidades del país, como consecuencia de una plaga de alcaldes sólo capacitados en destrezas “medalaganarias” y cargados de ambiciones personales que buscan afanosos hacer “negocios” con los recursos públicos y sin que haya nadie que le ponga un freno a tantas malas mañas. Observaremos también como la violencia, la criminalidad y la delincuencia seguirán atemorizando a las familias dominicanas hasta el punto de la inseguridad más indeseable e invivible, pese a los esfuerzos y tradiciones de las autoridades policiales para “desaparecer” a tantos maleantes de la inseguridad ciudadana.
En el plano económico seguiremos viendo como el costo de la vida seguirá debilitando el poder adquisitivo de la gente, al tiempo que se mantendrán las dificultades para obtener oportunidades de empleos, sobre todo para los jóvenes. La carga impositiva se hará cada vez más pesada para la gran mayoría, mientras los privilegiados de la fortuna seguirán acrecentando sus riquezas en la cara de las mayorías indiferentes.
En el plano político nos entretendremos con más división del PRD hasta que se despedace ese partido, para que así se cumpla el vaticinio del PLD de que estará en el poder hasta el 2044. No importará que la democracia perezca, tal como también lo vaticinan los “tanques de pensadores” del imperio, quienes parecen más preocupados por el destino dominicano que los propios dominicanos. El otro tema que nos entretendrá será el diálogo con Haití, luego de la “medalaganaria” y facistoide sentencia del TC, tema muy bueno para la rehabilitación de Leonel, pero que poco se puede esperar de dos interlocutores caracterizados: uno por la “irracionalidad maliciosa” y el otro por la “insolvencia total” que los hace a ambos incapaces para asumir compromisos de Estado serios y formales.
Con esos dos temas de la agenda política pasaremos el 2014 bien entretenidos y efectivamente desorientados. Pero sin que se toquen con seriedad los problemas de la ciudad, de la inseguridad ciudadana y de la economía popular que de seguro seguirán abatiendo las posibilidades de muchos dominicanos para vivir al menos con tranquilidad. Así entretenidos alimentaremos la indiferencia muy conveniente para los intereses de aquellos que de esa indiferencia sacan ventajas y pingues beneficios.
martes, 7 de enero de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario