Por Nurys Rivas.--La violencia es un hecho preocupante que no debe ser usada por políticos opositores para acusar al gobierno de no hacer nada, o hacer muy poco para evitarla, tampoco deben los políticos gobernantes aspirantes a la presidencia, utilizar tantos hechos de sangre para “prometer” erradicarla, cuando ganen.
La ministra de la Mujer ha pedido acabar con el machismo, reclamando más respeto a la vida de las mujeres, sin embargo no parece que sea el machismo el único culpable de tantas muertes.
No solo la relación matrimonial o de pareja se involucran, aunque posiblemente sea donde mayor es el número de víctimas y es en el seno del hogar donde crecen las pasiones desbordadas ya sea por celos, u otras situaciones.
Es evidente sin embargo, que el problema va más allá y debe ser enfrentado, según las estadísticas, las muertes de mujeres en manos de sus parejas, disminuyó en 2013 con relación a las cifras del 2012, pero la realidad indica que no debemos descuidarnos si se toma en cuenta además, que las mujeres continúan siendo asesinadas por sus parejas.
El panorama de sangre que nos salpica, encierra otros tipos de violencias, robo a mano armada, asaltos en la calle, en la casa, violaciones sexuales, pederastia, incesto.
Familias enteras mueren víctimas de un hombre que por el motivo que sea, acaba con la vida de su mujer, hijos, suegros, cuñados y luego se suicida. Sólo en diciembre, 17 mujeres perdieron la vida atacadas por su pareja, es una cifra que espanta, por algo somos lamentablemente, el tercer país en la región del Caribe con una alta tasa de feminicidios.
La consigna de autoridades y todos los dominicanos, debe ser lograr que ni una sola mujer muera de esta manera, llevando a cabo además, una campaña para erradicar éste y otros tipos de violencia que llenan de luto a la familia dominicana.
Las autoridades deben desplegar acciones contundentes, ya que tener la constancia de un crimen por medio de un video no lo evita, simplemente lo capta y muchas veces ni con las pruebas ante los ojos, se hace cumplir la justicia.
Prevención es la palabra clave, porque como dice un viejo dicho, “después del palo dao, ni Dios lo quita”, de manera que tanto la Procuraduría como los cuerpos del orden y autoridades civiles y militares de cada pueblo, deben ser guardianes de la seguridad de los dominicanos.
Existe además un componente a tener en cuenta, es la educación y principios señores, aquellos valores que constituyen un freno moral para quienes los poseen, aunque se ve de todo, ya que también entre personas de niveles sociales de élite, ha habido víctimas y victimarios, aunque la cifra más alta se encuentra en las llamadas masas de bajo estrato social.
Otro dato preocupante es que muchos delitos han sido cometidos por gente cuya edad no sobrepasa los 25 años, jóvenes con historial de drogas narcóticas y alcohol, capaces de matar por casi nada.
Por favor que se dejen de Sistema 9-11 y cámaras de seguridad, para que esto cumpla su función, debe existir una educación previa, profunda y responsable, ya que los dispositivos por si mismos no ejercen la labor si quienes lo manejan no cuentan con el entrenamiento y certeza de lo que tienen entre manos, en dicho caso, más que accesorios de ayuda, serán juguetitos en manos irresponsables y torpes.
Es tan cierto que necesitamos irnos a la raíz de los principios, que tuvimos que leer horrorizados, la noticia del niño de diez años que se suicidó en Santo Domingo Norte y en una carta, explicaba que lo hacía enojado con los Reyes Magos porque éstos no les dejaron todos los juguetes que les pidió.
Evidentemente necesitamos erradicar ignorancia y dogmas incrustados en nuestro pueblo.
martes, 14 de enero de 2014
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