Luego de los feriados navideños el país comienza a reactivarse y la política partidaria se ha encargado de llenar las expectativas de esa reactivación. Así, mientras en el PLD las elecciones para elegir a los miembros del Comité Central se ha encargado de movilizar al partido de gobierno, en el PRD la división que lo atormenta, parece llegar a un punto culminante y definitivo, donde se plantean diversas estrategias que determinarían el rumbo del partido del “jacho prendió”.
En el caso del PLD sus elecciones internas se efectuaron en el marco del clientelismo que impulsa la partidocracia, y aunque en buena medida fueron relativamente ordenadas y masivas se produjeron incidentes, algunos con violencia, lo que presagia el alto nivel de lucha interna. Sin embargo, lo más importante, según los comentarios de miembros del partido y de la opinión pública, fue el hecho de que el evento dio lugar a una confrontación de fuerzas entre los seguidores del ex presidente Fernández y los seguidores del presidente Danilo Medina.
De ser así será importante conocer los resultados del certamen, al tiempo que éstos parecen que marcarán una nueva dinámica dentro del partido de gobierno que se habrá de caracterizar por la existencia de dos corrientes que se disputarán la hegemonía del poder político en el país. Esa confrontación podrá darse con relativa racionalidad, manteniendo la integración y unidad de la organización, si suponemos la inteligencia y adiestramiento práctico que en política han acumulado los líderes de las dos corrientes del partido morado. Pero lo seguro es que esa nueva dinámica tendrá consecuencias políticas importantes en relación a principios y fenómenos políticos como la reelección y la alternabilidad, el populismo y el clientelismo y sobre los modelos de dirección democráticos o caudillistas, que definirán la viabilidad de la democracia dominicana hoy día amenazada, según fuentes de los EEUU, por la hegemonía de un partido único.
En el caso del PRD, sumido en una división que luce definitiva alentada por las decisiones de las altas cortes a conveniencia del PLD, se discuten diversas opciones. La primera es la división definitiva, con un bando encabezado por MVM oficializado por las altas cortes; y otro bando disperso conformado por los oponentes internos del PRD oficialista. En este último bando, que se cree mayoritario, a su vez se discuten varios caminos: Primero, echar el pleito dentro para competirle el dominio a MVM; Segundo, formar otro partido para combatir desde fuera;
La opción democrática
La última opción sugerida por Ciudadanos por la Democracia, se haría desde dentro del PRD pero movilizando a todos los sectores de vocación democrática que permita conquistar el “corazón” de perredeístas y de la población, en una operación de relegitimación democrática, para así estar en condiciones materiales de recuperar al PRD, y ponerlo en condiciones de competir con éxito y de servir de instrumento partidario de la libertad y de la democracia dominicanas. Es el camino que aconseja la teoría política democrática.
El futuro inmediato del activismo partidario marcará el rumbo que tomará la democracia dominicana.
¡Esperemos!
martes, 14 de enero de 2014
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