sábado, 15 de septiembre de 2012

Sin suerte

POR LUIS ENCARNACION.

El PRD, inspirador de grandes e históricas jornadas libertarias en el país, debió tener mejor suerte. Las expectativas que sectores importantes de la población cifraron en la organización que lideraron con brillo Bosch y Peña Gómez debido a su capacidad de sacrificio y de entrega en los tiempos de la dictadura de Trujillo, y durante los doce años del doctor Balaguer, no se corresponden con las sucesivas fallas y errores graves en los que han incurrido sus dirigentes, estando en el gobierno o desde la oposición. Y si fallas y errores han matizado el accionar y el comportamiento de la organización arriba o abajo, se desprende que no ha jugado debida ni correctamente su rol institucional en ninguno de los dos estadios.
De ahí su efímero paso por el poder, y lo difícil que se le ha hecho ñy se le sigue haciendoñ volver al mismo. Y pensar que no obstante ver cumplirse la premonitora advertencia de Peña, el líder histórico, de que: “Solo el PRD divide al PRD”, hay mucha gente importante del partido blanco que no aprende la lección.
Por el contrario, el fomento de la división o el ser factor de confrontación parece ser el norte, sin importar las consecuencias, que finalmente no serían otras que “volver a chocar con la misma piedra” y, si medimos las cosas por realidad y resultado, terminar domando el banco de la oposición. ¿Es esa la finalidad o debe ser el destino de un partido político? Las líneas anteriores vienen a cuenta, debido a que el fantasma de la división en el PRD, que no duerme, exhibe sus garras de la peor manera.
Los esfuerzos de algunos mediadores entre Miguel e Hipólito se han ido al suelo, algunos de ellos cruzarían para uno de los lados en pugna y desde ambas trincheras hay preparativos para el grito de guerra y de ataque (¿). Gente de los dos litorales del partido blanco se han dado cuenta que el problema entre las dos principales figuras del partido es personal, no político, por lo que la solución no se espera ya que sea política, garantizando la unidad. Datos concretos, y a mano: Miguel y su sector institucional, que lucía conciliador, subió el tono hace poco y dijo que “pondrá disciplina”.
Sintiendo el respaldo del tiempo y de las circunstancias últimas (dicen tener mayoría en los organismos), estaría en disposición de echar el pleito, pero ahora, a fin de que se pueda ordenar la casa y poner el Partido en condición de pelea electoral en el 16. Hay más.  
Luis Encarnación Pimentel.


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