martes, 16 de julio de 2013

Dominio peledeísta


En su discurso de inauguración del congreso del PLD, Leonel Fernández reiteró que el partido de gobierno permanecerá en el poder hasta al menos el 2036, con lo que establecería un dominio consecutivo de más de 32 años, uno más que la era de Trujillo. 
El vaticinio tiene su fundamentación en el hecho de que el PLD ha operado desde el poder político para convertirse en partido único, que luego de haber integrado a su dominio a la mayor parte de los partidos minoritarios, ha logrado fusionar para sí al otrora partido mayoritario PRSC, al tiempo de haber manipulado la división del PRD, hasta lograr anularlo mediante el “fallo histórico” dado por el TSE bajo su control, y con el cual se le otorgó la franquicia del PRD al  Ing. Miguel Vargas. 
    
Frente a su división fáctica reveladora de la crisis de la democracia a lo interno del PRD, su liderazgo tradicional, nuevo y viejo, ha sido incapaz de implementar una masiva movilización democrática, que al mismo tiempo que se dirija a recuperar la soberanía interna de la organización, se dirija a desmantelar el poder absoluto concentrado por el PLD, para lo cual debería poner en ejecución una estrategia encaminada a generar la emergencia de una crisis de gobernabilidad de tal envergadura que obligue al partido único del PLD a  negociar las nuevas conquistas por la “libertad y la democracia” en estos tiempos posmoderno. 
    
Esas nuevas  conquistas democráticas deben procurar el desmantelamiento de las altas cortes, la JCE y estamentos de la Justicia, de tal forma que éstas se conformen de acuerdo a criterios institucionales democráticos, que aseguren la separación e independencia de los poderes políticos del Estado, la vigencia del principio de la alternabilidad y la equidad electoral entre los partidos, ahora violentados por el control absoluto del partido único. 
    
No obstante, la dirigencia anquilosada del PRD no puede entender ni manejar una estrategia de ese tipo, por ello la declaración sincera y abierta del PLD, a través del Dr. Fernández, que vaticina el largo dominio del PLD, tiene razón. Esa percepción se sustenta, además, en la comprensión de las grandes transformaciones que sus políticas han producidos en el país y que han cambiado a la Nación. Esas transformaciones auspiciadas por los gobiernos del PLD, se inscriben, sintonizan y responden de forma coherente con el nuevo “orden mundial” que impuso la estrategia de la globalización neoliberal a partir del 1996.   

Bases de “la nueva Era”

La efectividad con que el PLD ha manejado ese modelo neoliberal de cambio, unido a su formación partidaria, le permitió alcanzar dos resultados materiales en los que se basa su dominio: La conversión de su cúpula y relacionados en parte de la clase económica dominante; y el control totalizador de todas las fuentes del poder político del Estado.  A partir de esas condiciones ha podido edificar todo el dominio que hoy exhibe y al que sólo le falta mantener dividido al PRD para cerrar el circuito de un poder totalizador que le habrá de asegurar los próximos triunfos electorales y una dominación tan larga y fuerte, tal como lo ha vaticinado Leonel Fernández. 

¡El país deberá vivir otra larga “era” de la dictadura del partido único! 
   

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