martes, 30 de julio de 2013

Nueva Iglesia


La Jornada Mundial de la Juventud recientemente realizada por la Iglesia Católica en Brasil, sirvió de marco para que el Papa Francisco, sintiéndose en su casa, lanzara la nueva estrategia que él quiere imprimirle a la Iglesia, la cual se basa en jóvenes misioneros en la calle, obispos que trabajen de cerca con la gente y renovación a lo interno de la Iglesia. Esa estrategia encierra una nueva forma de la Iglesia movilizarse y esto lo propone el Papa, para animar y apoyar el mensaje evangelista de Jesús que marca el destino espiritual del hombre a su paso por la tierra.
    
Se trata de una Iglesia viva que trasciende la materialidad de la vida humana y de las estructuras sociales que muchas veces fuerzan al hombre a una vida vacía de valores y de propósitos trascendentes. Esas estructuras sociales más bien promueven valores materialistas antihumanos como aquellos que emanan de los sistemas económicos basados en la competencia y la maximización del lucro, en donde el dinero se convierte en la vara para medir el éxito de la gente y el sentido de la realización. En ese marco la solidaridad humana y el amor por el próximo, resultan sentimentalismos carentes de utilidad y pragmatismo, para operar con eficiencia dentro de las estructuras competitivas.
    
En los tiempos actuales esas orientaciones desviadas  del mensaje cristiano, se llenan y se esparcen en el consumismo, el cual surge como necesidad de una dinámica económica frenética, que al incorporar las innovaciones técnicas a la producción de bienes y servicios de forma continua y progresiva, exige que todos los bienes producidos sean cada vez más perecederos y desechables, a modo de corresponder con la velocidad del dinamismo de la economía. Por esas razones las catedrales del consumo tales como los grandes supermercados o los mall, compiten con la iglesia limitándola en su alcance y reduciéndola en su capacidad de atraer a unos feligreses que viven una vida más  como consumidores compulsivos, que como misioneros del mensaje de Jesús.
   
 En ese contexto renovar la Iglesia, tal como lo propone el nuevo Papa Francisco, constituye un serio desafío, porque no se trata sólo de un trabajo evangelizador en defensa de los más humildes y excluidos de esas estructuras socioeconómicas, sino que la exaltación de los valores cristianos y espirituales desde una perspectiva humana, choca con los antivalores materialistas que son la razón de ser del poder y dominio fruto de esas estructuras. Es un gran desafío y un reto a la inteligencia de la propia Iglesia, pero que Francisco parece decido a enfrentar. Y por eso le dice a los jóvenes de su Iglesia: “vayan, vayan sin miedo para servir”.

¡Qué esa nueva Iglesia entusiasme a la juventud y a su feligresía!

El éxito del gobierno 

El portavoz de la Presidencia, Rodríguez de Marchena, afirma que la clave del éxito del Presidente Medina radica en “que el mandatario valora enormemente la opinión, las ilusiones y las observaciones de los demás, que tiene en el centro de las políticas públicas a la gente”. Eso es cierto, pero que no se dejen de lado los errores inmorales del pasado gobierno y la división del PRD. 

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