Nurys Rivas
Los dominicanos, como casi todos los países, confrontamos problemas. Es natural que nos preocupemos por lo que acontece, lo que no debe hacerse, es sobrepasar los límites y confundir situaciones que solo traen confusión.
Siempre tiene que existir algo que perturbe, la moda de ahora, no es el calentamiento global, sino la idea de someter a Leonel Fernández a juicios populares, empezó caliente, pero se enfría como hielo, como suele suceder con este tipo de acciones.
Habiendo tantas cosas útiles para hacer, estas personas pierden el tiempo ejerciendo de “jueces” en un tribunal que no llega ni a tremenda corte, ya que aquélla al menos, nos hacía reír con las ocurrencias de Trespatines, que para nada se asemejan a las locuras de estos juicios, que se auto titulan populares, aunque no pasan de ser una mamarrachada que como pretexto para salir en las noticias es perfecta, pero que deja muy mal parados a sus autores.
Si buscamos entre los nombres que figuran como ejecutores de las denuncias contra el ex presidente, apenas encontramos algún nombre confiable y sorprende que alguien con dos dedos de frente, promueva tareas que solo provoca desordenes, aunque ese es precisamente el objetivo.
Lo más lamentable es que ese grupito de dominicanos no se da cuenta que los usan como conejillos de india, lo primero que deberían tener en cuenta, es que si hablamos con justicia, antes que Leonel, otros tendrían que haber sido juzgados.
Aquellos que pasaron por el gobierno metiéndose al bolsillo todos los bienes, los que no contribuyeron con el progreso tecnológico, social, ni educativo, apenas construyeron alguna obra, no hicieron el Metro, carreteras, edificios, ni dieron al país un nombre internacionalmente.
Leonel Fernández, logró una estabilidad que ninguno de los gobernantes que tuvimos antes alcanzara, porque el empeño primordial de éstos, siempre fueron sus propios intereses y pretenden ahora encontrar un chivo expiatorio que de la cara por yerros que tienen nombre y apellidos cuyas siglas no son L. F.
El Doctor Leonel Fernández posee grandes cualidades, es un hombre mesurado cuya cultura engrandece al país, pero sobre todo, está dotado de una enorme paciencia, ya que a pesar de las injurias volcadas en su contra, se mantiene ecuánime sin dejar escapar de su boca, ni tonterías, ni berrinches.
En su discurso, sentó cátedras de objetividad dejando pasmados a sus acusadores que ante tal elocuencia, carecen de argumentos para una respuesta digna. Si querían explicaciones, las tuvieron todas, ahora solo queda que encuentren una refutación tan sensata que no deje lugar a dudas de que hablan con la verdad y eso todos sabemos que es imposible porque ellos son los primeros en saber que si se celebraran elecciones en este momento y Leonel Fernández se postulara, ganaría, es algo que no puede decirse de otros ex presidentes, ni aspirantes fallidos.
Esa popularidad no es de gratis, está lograda a puro trabajo y el pueblo reconociéndolo, lo tiene en alta estima, ¿Leonel Fernández Reyna, es el último líder dominicano, los demás? No son nada.
Siempre tiene que existir algo que perturbe, la moda de ahora, no es el calentamiento global, sino la idea de someter a Leonel Fernández a juicios populares, empezó caliente, pero se enfría como hielo, como suele suceder con este tipo de acciones.
Habiendo tantas cosas útiles para hacer, estas personas pierden el tiempo ejerciendo de “jueces” en un tribunal que no llega ni a tremenda corte, ya que aquélla al menos, nos hacía reír con las ocurrencias de Trespatines, que para nada se asemejan a las locuras de estos juicios, que se auto titulan populares, aunque no pasan de ser una mamarrachada que como pretexto para salir en las noticias es perfecta, pero que deja muy mal parados a sus autores.
Si buscamos entre los nombres que figuran como ejecutores de las denuncias contra el ex presidente, apenas encontramos algún nombre confiable y sorprende que alguien con dos dedos de frente, promueva tareas que solo provoca desordenes, aunque ese es precisamente el objetivo.
Lo más lamentable es que ese grupito de dominicanos no se da cuenta que los usan como conejillos de india, lo primero que deberían tener en cuenta, es que si hablamos con justicia, antes que Leonel, otros tendrían que haber sido juzgados.
Aquellos que pasaron por el gobierno metiéndose al bolsillo todos los bienes, los que no contribuyeron con el progreso tecnológico, social, ni educativo, apenas construyeron alguna obra, no hicieron el Metro, carreteras, edificios, ni dieron al país un nombre internacionalmente.
Leonel Fernández, logró una estabilidad que ninguno de los gobernantes que tuvimos antes alcanzara, porque el empeño primordial de éstos, siempre fueron sus propios intereses y pretenden ahora encontrar un chivo expiatorio que de la cara por yerros que tienen nombre y apellidos cuyas siglas no son L. F.
El Doctor Leonel Fernández posee grandes cualidades, es un hombre mesurado cuya cultura engrandece al país, pero sobre todo, está dotado de una enorme paciencia, ya que a pesar de las injurias volcadas en su contra, se mantiene ecuánime sin dejar escapar de su boca, ni tonterías, ni berrinches.
En su discurso, sentó cátedras de objetividad dejando pasmados a sus acusadores que ante tal elocuencia, carecen de argumentos para una respuesta digna. Si querían explicaciones, las tuvieron todas, ahora solo queda que encuentren una refutación tan sensata que no deje lugar a dudas de que hablan con la verdad y eso todos sabemos que es imposible porque ellos son los primeros en saber que si se celebraran elecciones en este momento y Leonel Fernández se postulara, ganaría, es algo que no puede decirse de otros ex presidentes, ni aspirantes fallidos.
Esa popularidad no es de gratis, está lograda a puro trabajo y el pueblo reconociéndolo, lo tiene en alta estima, ¿Leonel Fernández Reyna, es el último líder dominicano, los demás? No son nada.
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