martes, 21 de mayo de 2013

Es grave esto

Nurys Rivas

Aumentan las denuncias de corrupción, violencia, drogadicción, violaciones sexuales, agentes y oficiales policiales implicados en narcotráfico y otros delitos, la práctica de muchos hombres de matar mujer, hijos, suegra, cuñada, a quien se encuentre cuando le asalta la ira y luego suicidarse, no solo son escandalosos, son sobre todo, eventos muy angustiantes.

Es inverosímil que con circunstancias tan onerosas, nos entretengamos dando cabida a la farándula, que si Venya Carolina, que si Omega, que si le cortan el cabello a tal o cual persona detenida.

Por Dios! dejen a Venya, Sharmín y Yelitza que resuelvan su litis, ellas se entienden, hablan el mismo idioma y transitan idénticos caminos.
Esa guerra de mega divas no es como para hacer perder el tiempo a los funcionarios de la justicia que deben emplearse a fondo para resolver lo verdaderamente importante.

El debate ahora es la unión entre homosexuales, no conviertan a esta gente en protagonistas, ese es un tema que cada país ha dilucidado como mejor le ha parecido, lo más apreciable es respetar el deseo de las personas a vivir como quieran.

Buenísima la respuesta de los Derechos Humanos, hay mucha tela por donde cortar, mucho delito por condenar, mucho abuso que condenar para implicarse en esto, mucho menos a negar a la gente el derecho de usar sus cuerpos y vida de la manera en que se sientan más satisfechos con ellos mismos.

La situación involucra a la sociedad dominicana, pero estando en el siglo XXI, estemos o no de acuerdo, habrá que admitir los cambios no solo en la conducta, sino que instituciones cuyas normativas eran antes acatadas, han perdido credibilidad.

La Iglesia Católica por ejemplo, que debería ser portadora continua de la denuncia de estos males, no lo hace con la contundencia que se espera de ella, involucrándose en cambio, en otras circunstancias porque considera que lesionan la moral, cuando la vida en sí misma es lo más relevante a defender. 

Mientras tanto la violencia en diversas facetas nos conmueve, en la capital, pueblos y ciudades llegando hasta los campos, nadie está a salvo.

En Santiago, en pocos días suceden suicidios, asaltos, secuestros y en cualquier parte, los temidos “enfrentamientos” entre civiles y policías, arrojan saldos de muerte. 

Acaba de crearse el Consejo de Seguridad Ciudadana, por experiencia sabemos que estos grupos no llenan el cometido para el que son creados, recordamos entre otras, “Promesa de Hombre”, la invaluable propuesta de la Procuraduría para combatir la violencia de género y las mujeres siguen cayendo abatidas.

La experiencia enseña que deben ser otras las técnicas que se empleen, no podemos continuar soportando un estado que merma la seguridad y llena de luto a los hogares dominicanos.

Hay temor a salir, incertidumbre, es grave esto, estamos perdiendo la confianza en todo y en todos. 

0 comentarios:

Publicar un comentario