viernes, 15 de febrero de 2013

La lucha por la tierra en América Latina y el Caribe


América Latina presenta un incipiente acaparamiento de tierras, que se manifiesta en Fragmentación en México, Centroamérica y las naciones andinas, concentración en los países del Cono Sur y mayoritaria tenencia estatal en el Caribe, tres tendencias distintas pero que generan problemas comunes: degradación ambiental y antigu¨edad y problemas institucionales de los catastros en casi todos los Estados.
De acuerdo con el informe “Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas 2013: una mirada hacia América Latina y el Caribe”, elaborado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la Oficina Regional para América Latina de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la región presenta un incipiente acaparamiento de tierras, sobre todo en países grandes como Brasil y Ar- gentina, una situación que podría acarrear un nuevo tipo de latifundio y conflictos de soberanía territorial.
El documento explica que las compras de vastas superficies de tierra las hacen generalmente personas particulares, grandes empresas internacionales y países que desean incrementar su acceso a recursos naturales.
Entre los compradores en América Latina (excluyendo al Caribe), es mínimo el alcance de las naciones del Golfo Pérsico, China, Corea del Sur e India, países que sí son los principales inversionistas del mercado de tierras en otras partes del mundo.
La tendencia predominante es que los compradores sean empresas transnacionales de la misma Latinoamérica dedicadas al cultivo de commodities, producción forestal y servicios ambientales, turísticos y de conservación, o bien firmas que pretenden acceder a recursos mineros y energéticos.
En el informe conjunto, el IICA, la FAO y la Cepal recomiendan a los países latinoamericanos mantener y ampliar el acceso a la tierra con especial atención a los pequeños agricultores, así como implementar políticas que les beneficien en cuanto a titulación, reparto de propiedades, asistencia técnica, riego, asociatividad, infraestructura y crédito.
Males generales
Entre las complicaciones con las que deben lidiar varios países de América Latina también destacan las tensiones entre campesinos y grandes propietarios, la reivindicación de tierras por parte de grupos indígenas, los conflictos armados y el narcotráfico.
El informe enfatiza que las ciudades también ejercen presión sobre el campo, no solo por el intenso uso del suelo, cada vez más industrial y menos agrícola, sino porque atraen con más fuerza a los jóvenes.
VISIÓN EN PROSPECTIVA DE LA SITUACIÓN EN AL
De acuerdo con la publicación, la concentración y extranjerización de la tierra continuará en América Latina en los próximos años, aunque también se generan legislaciones e iniciativas en algunos países por regular la propiedad extranjera de la tierra. La fragmentación en el segmento campesino será la que produzca la concentración, que a su vez se manifestará en medianas y grandes propiedades.
Además, las agencias piden integrar los recursos naturales en el cálculo económico de las actividades productivas y establecer regulaciones de protección de los ecosistemas, porque consideran que se seguirá profundizando la degradación ambiental.
En el Caribe, los expertos esperan que la llegada de recursos internacionales impulse una mayor identificación de los propietarios de parcelas, aunque aún deben superarse escollos como el alto costo de la titulación, las transferencias al margen de la legalidad y el sistema tradicional de propiedad, que reconoce derechos colectivos en vez de individuales, refiere el informe.

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