lunes, 11 de marzo de 2013

Plantea movilización democrática en crisis del PRD


El sociólogo Enmanuel Castillo planteó en Santiago que la solución de la crisis que vive el PRD debe buscarse en una movilización por la democracia y no en una simple convención condenada al fracaso.        

Estableció que  el proceso de división del PRD deja claro que sus dirigentes no tienen interés ni capacidad para ofrecer una solución a la crisis, porque abandonaron la política y la sustituyeron por la ambición económica empresarial o la ambición de alcanzar posiciones públicas a título personal. Han confundido la política con los negocios, con la aspiración de alcanzar un cargo en el Estado o con la ambición de una oportunidad para obtener ventajas económicas, reiteró. Es ese un  resultado de la política clientelar impuesta por la “partidocracia” imperante, según Castillo.
   
Explicación de la crisis
   
En su exposición hecha llegar a este diario argumenta que “En esa tendencia desviada de la verdadera razón de ser de la política, la mayoría de los dirigentes del partido se han apandillado en torno a Miguel Vargas o alrededor de Hipólito Mejía, bajo una concepción puramente pragmatista propia de la metodología tradicional del caudillismo. 

Han echado a un lado la legitimidad democrática interna como criterio central de la convivencia democrática y sólo se aferran a la legitimación fáctica derivada de los fallos del la JCE y del TSE, en el caso de la facción de Vargas, y en el caso de Mejía,  todo se queda en su carisma personal, repitiendo prácticas del “activismo” que reproducen el clientelismo oportunista e individualista”.
    
“En esa orientación el PRD es sólo un gran sentimiento de oposición contra los que detentan el poder, sin llegar a ser  una comunidad de ideas políticas compartidas, socialmente organizadas, y en capacidad de ofrecerle a la población una propuesta  con una Visión y una Misión que atraiga al colectivo nacional”.

“Los perredeístas por su oportunismo clientelar e individualista sólo atinan a poner delante de sí su aspiración personal, y se han olvidado que la política es un subsistema social regulador de todo el sistema socioeconómico a través de la elección y fijación de los fines globales que ha de perseguir el colectivo,y la selección de los medios, tarea que exige trabajar los componentes de la doctrina, la ideología y la propia política que han de aterrizar en una plataforma programática contentiva de un diagnóstico, sintetizado en una Visión y de un plan nacional de desarrollo, sintetizado en una Misión, todo lo cual ha de conformar un ideario para guiar la movilización de la población hacia el progreso, la democracia y la gratificación”.  

Sigue diciendo Castillo que “La ausencia de  esos elementos del quehacer político en el PRD, luego de la desaparición de Peña Gómez, ha hecho que el partido haya perdido la razón de su lucha y por eso los dirigentes en su extravío  sólo recurren a la máxima de que el objetivo del activismo es alcanzar el poder, sin hacer el recorrido que señala la política. Por eso también, el PRD ha resultado una presa fácil de la estrategia del PLD, partido oficial que, pese a su altísimo poder institucional, para fines electorales requiere de forma imperativa  de la división del PRD para asegurar su continuidad en el poder más allá del 2016”.

La unidad perdida
   
Bajo los lineamientos actuales seguidos por las dos facciones en pugna, dice Castillo que “ la división del PRD no tiene solución. La facción de MVM  caminando de la mano del PLD, se conformará con la franquicia y los símbolos del partido, suficiente para sus propósitos, mientras  la facción de Mejía se ha confundido, por el extravío, con la celebración de una convención que presupone la existencia de  una unidad mínima que se perdió en el nuevo contexto que marca la división real.         

 Un nuevo contexto que no sólo arrastra las debilidades históricas del PRD que lo han incapacitado para la convivencia democrática interna, sino que ahora se encuentra en un sistema de partidos dominado por la hegemonía del PLD, cuya lógica lo dirige a cerrar el circuito del partido único, para edificar una dictadura de largo plazo, tal como lo pregonan sus más  encumbrados dirigentes”. 
   
La movilización democrática
   
Señala el sociólogo que “por esas razones la solución de la crisis del PRD, no radica en convenciones de antemano fracasadas, sino en desmontarse del clientelismo de la partidocracia y en promover un movimiento por  la recuperación de la democracia, de la democracia interna, pero más importante aún por la democracia dominicana,  amenazada por la hegemonía de un partido único que es lo que se ha ido construyendo desde el poder y que mantiene dividido al PRD”.
    
Finalmente Castillo indica que “Solo una movilización general por la democracia que integre a los reductos del PRD rescatables y a las demás expresiones civilistas de la sociedad civil y partidaria podría recuperar la unidad y salvar a un nuevo PRD.         

Cuentan para ello de una juventud prometedora y con una inteligencia social acumulada de parte de la sociedad civil, que siempre ha girado en torno a la instauración de una real democracia civilista y organizada que impulse al país por el sendero de un verdadero desarrollo humano y sustentable. Ese ha de ser el camino”.    

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