jueves, 7 de marzo de 2013

Editoria, Muerte de un grande



El fallecimiento de Chávez es la muerte de uno de los líderes contemporáneos de Latinoamérica de mayor trascendencia, por haber asumido como razón de su histórica lucha la instauración de la nueva república bolivariana de Venezuela, cuyo objetivo es el establecimiento de una sociedad socialista, basada en una economía solidaria, sin exclusión social y a favor de las grandes mayorías empobrecidas del pueblo venezolano.
   
Ese alto objetivo, fruto de su humanismo y su elevada formación sobre los sistemas económicos que han demostrado su ineficacia para que la humanidad alcance estadios de verdadero desarrollo humano y que al mismo tiempo no atenten contra la vida humana, ni del planeta, lo llevó a practicar y a compartir una política internacionalista fundamentada en la solidaridad de los pueblos de la América Latina y del mundo, dentro de su visión bolivariana y socialista.  
   
Su internacionalismo socialista facilitado por la recuperación del petróleo venezolano que él decidiera, se concretó en iniciativas como la de Petrocaribe para apoyar y colaborar con los países de Centro América y del Caribe, entre ellos RD, con en el abastecimiento y financiamiento de ese importante insumo energético que constituye una pesada carga para esos países. De igual manera, fomentó a nivel regional el ALBA, un nuevo esquema de integración regional de los países de las Américas, contrapuesto a los esquemas de integración impulsado por los EE.UU, país éste que ha ejercido por décadas la hegemonía sobre la mayoría de los países de la región y del mundo, como cabeza del sistema económico capitalista mundial.
   
La defensa de esos altos ideales lo hizo abrazar como modelo por alcanzar el socialismo democrático del siglo XXI, constituyéndose Venezuela, bajo su conducción, en la segunda república socialista, acompañando a la solitaria Cuba, la cual fuera el “primer territorio libre de América”, desde que se impuso hace más de 50 años la revolución cubana, encabezada por el legendario Fidel Castro.
  
 La vehemencia de Chávez y su internacionalismo, pronto lo convirtieron en referencia para que otros estadistas de la región se encaminaran por el modelo liberador del nuevo socialismo latinoamericano. Y es así que países como la Argentina, Uruguay, en cierta forma Brasil, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y en cierto momento Chile y Paraguay,  han compartido el ideario libertario impregnado por Chávez.
   
Por esas razones Chávez alcanzó un liderazgo de dimensiones continentales y mundiales y por eso su muerte es sentida por todos: por sus seguidores venezolanos; por los líderes y estadistas de la América Latina y de otras latitudes; por los pueblos de las Américas, especialmente por los pobres del mundo, que vieron en Chávez a un luchador por los ideales de la justicia, la libertad, la fraternidad y la igualdad de los hombres en la tierra. Esos ideales históricos,  que fueron inaugurados por la revolución industrial con el nacimiento del capitalismo, hoy son recreados en América Latina  por el movimiento  que animara el espíritu de Chávez, que a partir de su muerte, ahora, reside en la conciencia de muchos.

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