viernes, 27 de junio de 2014

La indiferencia: enfermedad del nuevo siglo

Josefina AlmánzarPor Josefina Almánzar.Cada día que pasa confirmo más que el comportamiento que ha elegido tener el ser humano actual lo está conduciendo a la autodestrucción de sí mismo y por ende de todo lo que le rodea.  En este nuevo siglo hay una enfermedad que se ha adueñado de la mayoría de las almas y de los corazones de los seres humanos hasta el grado de atrofiar su sensibilidad.  Esa enfermedad aniquila cualquier tipo de acción positiva, de voluntad dinámica. Paraliza todo el engranaje de la sociedad y nos convierte en grandes islas.
     
Esta enfermedad del nuevo siglo lleva por nombre:   la indiferencia.  Hemos llegado a padecerla a tal grado que ya nada nos importa, nada nos inmuta ni nos sorprende.  Es tan grave el estado del paciente, que podemos ver a cualquier prójimo siendo asaltado, violentado, asesinado ante nuestros ojos. Volteamos la cara y seguimos adelante agradeciendo en nuestro interior no haber sido nosotros los perjudicados. Mientras no nos afecte, mientras no nos pase a nosotros, qué importa.   Seguimos así llevándonos la vida por delante, atropellándonos unos con otros, olvidándonos de que en estos momentos en que el mundo está tan convulsivo, en estos tiempos de tantas exigencias es cuando más necesitamos el uno del otro.  Olvidándonos de que nuestras indiferencias sólo nos regalan aniquilamiento y al fin y al cabo, dolor.
     
Hemos querido ignorar a la mente colectiva la cual está vigente y necesita que cambiemos nuestras actitudes de indiferencias porque somos nosotros los responsables de producir que las condiciones del planeta y por ende de la vida en general mejoren o se destruyan.  No podemos continuar en este sálvese quien pueda, tenemos que sacudirnos, cambiar las actitudes en todo nuestro diario vivir. Rescatarnos a nosotros mismos del padecimiento de esta terrible enfermedad.
     
Muchas veces nos pasan situaciones en nuestro día a día a las cuales no les encontramos respuestas pero éstas son lecciones, son consecuencias de cómo hemos tratado a la vida y cómo hemos reaccionado ante las circunstancias que se nos presentan.

Si  le hemos inyectado la dosis de la indiferencia esa misma respuesta tendremos más adelante en las situaciones que se nos presenten, porque todo esto es acción y reacción. Ley de causa y efecto combinada.
     
Así pues, tratemos de evaluar nuestras actitudes y ver si estamos infectados con la enfermedad del nuevo siglo.  De ser así, es el momento de atacar ese mal.  Atacar  este virus con todas nuestras fuerzas antes de que penetre todo nuestro ser y se lleve con el nuestras almas y nuestros corazones.
Tengo la esperanza de que la humanidad este todavía  a tiempo.

La autora es Abogada y docente universitaria.

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