Por eso frente al ataque de la informalidad contra la organización del 9-1-1, las autoridades hacen bien en darle seguimiento a esos problemas que la informalidad viene provocando, y frente a los cuales se han de adoptar todas las medidas legítimas y con real autoridad racional y legal, para que las instituciones involucradas en la implementación de ese “moderno” y “organizado” servicio, puedan resultar victoriosas frente a los ataques primitivos provenientes de la incontrolada sociedad de la informalidad.
¡Qué no muera la ilusión de una RD institucionalmente organizada!
0 comentarios:
Publicar un comentario