viernes, 13 de junio de 2014

Loma Miranda

El Senado ha dado un paso definitivo al aprobar en primera lectura y con una votación 25 a 1, la  Ley  que hace de Loma Miranda un Parque Nacional. De esa forma se logra dejar protegido un espacio geográfico de la República de gran valor ecológico, el cual fuera amenazado con su destrucción por la minera multinacional Falcondo. La decisión del Senado pone fin a una larga lucha protagonizada por la empresa minera y la población. Sólo falta la ratificación en segunda lectura y la promulgación de la Ley por el Poder Ejecutivo, con lo cual se cerraría ese tema que ocupara por tanto tiempo y con gran tensión la opinión pública nacional. 
    
En esa lucha por una causa asumida por la población como un desafío patriótico por la soberanía geográfica de la Nación, cabe resaltar la ausencia del Presidente Medina, quien prefirió mantenerse silente frente a los reclamos de la población y de la empresa. Sin embargo, esta vez, sin su concurso, la población organizada y unida pudo nuevamente salir victoriosa frente a Falcondo, como lo hiciera en otras ocasiones como fueron los Haitises, la Barrick  y el 4%.    
    
El desenlace nos deja variadas lecciones que señalan el camino para que las movilizaciones y las protestas sociales alcancen mejores resultados para la población en su lucha por las causas nacionales. Esas lecciones aprendidas se pueden resumir en: Primero, se comprueba nueva vez que la movilización social eleva sus potencialidades, cuando las causas colectivas son asumidas por amplios sectores que se empoderan de la razón de la lucha, y llegan a contar con la integración de las clases medias, las organizaciones comunitarias, académicas y profesionales de la Sociedad Civil, y segmentos institucionales de alto poder fáctico, como lo es la Iglesia Católica, que en el caso de Loma Miranda contó con el Obispo de La Vega, cuya firme defensa resultó decisiva; Segundo, esa convergencia social, acompañada de una causa colectiva válida y específica como la defensa de un espacio ambiental considerado como una mina de agua que beneficia a la población presente y futura, genera una capacidad colectiva que adquiere mayor poder persuasivo al aplicarse a través de manifestaciones pacíficas, organizadas y unificadas.  

Desarrollo sustentable

Esa nueva metodología de lucha ha probado tener mayor efectividad y perspectiva en la movilización de la población, tal como lo evidencian los casos de Loma Miranda, el 4% y Los Haitises, que aquellas protestas tradicionales que sólo se complacen con generar desorden, caos y anarquía con un balance de violencia y destrucción.  
    
Loma Miranda también nos enseña que la movilización de la población por su desarrollo humano y ambiental, debe contar con una plataforma ideológica que provea y promueva la visión del desarrollo nacional sustentable, donde los objetivos sociales y humanos se armonicen con los objetivos ambientales, de modo que el país llegue a contar con una real política minera, que facilita el aprovechamiento de los recursos naturales, pero con protección de la Nación frente al “espíritu salvaje” que el neoliberalismo ha inoculado en el modo de operación de las multinacionales. 

¡Recojamos las enseñanzas de Loma Miranda!   

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