Canales de energías

Josefina Almánzar.-

Cuántas veces hemos sentido que nuestra vida se acaba. Que el hilo dorado que nos une a nuestro cuerpo corporal ha sido cortado por una mano despiadada y fría que nos quiere destruir.  A veces sentimos como si nos empujaran a un mundo de oscuridades y de mezquindades humanas.
    
Pero cuando ya abatidos estamos, cuando ni un aliento de lucha nos queda, cuando nos sumergimos en el hoyo de la amargura, el dolor y la tristeza  llega nuestra Luz. Llega nuestro guía a darnos su mano amiga.  Viene cargado de regalos iluminados en la conciencia de nuestro ser. Llega nuestro Maestro de todos los tiempos, nos mira, nos tiende la mano, nos arrulla en su regazo y nos hace lavarnos dentro, limpiando  toda esa negatividad que un día como una nube negra quiso opacar el sol de nuestra alma.
    
Vienen esos seres de la Luz a transmitirnos la nueva energía de la ilusión, la belleza de nuestro espíritu, de esa paz que solo se puede sentir cuando estamos en armonía y sintonía con nuestro universo.
    
Esos seres se valen de todo para rescatarnos de las debilidades humanas. Son  canales de un río caudaloso que nos llenan de su corriente Divina. Son  duendes en un bosque de ilusión, entretejiendo los hilos de las almas que se aman.  Dan el todo por el todo por el bien de la humanidad.
    
Estos seres guías no nos dejan caer en el hoyo de la humillación  y del desamor porque simplemente nos devuelven la Fe en nosotros mismos. Nos bañan de la Luz del Amor, del deseo de vivir a través de todos los canales de energías  nos rinden  su comprensión, apoyo, su compañía.
    
Abramos nuestras mentes, pero sobre todo nuestro corazón para que en nuestra cotidianidad podamos percibir estas energías positivas que están siempre a nuestro alrededor.         

Dejemos un poco la prisa en la que hemos elegidos vivir y vamos a detenernos en el silencio de nuestro corazón, el cual nos dará la señal correcta y precisa en cada momento. Confiemos en que no estamos solos en este planeta, nuestros canales de energías siempre están con nosotros observándonos, guiándonos, mostrándonos señales. Solo tenemos que abrirle el camino para que esas energías penetren en nuestro ser.
 
La autora es Abogada y docente universitaria.
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