miércoles, 26 de junio de 2013

Tendrás que aprender con tus manos..

Por Luis Alberto de León Alcántara.--


El conocimiento es lo que hace la diferencia entre un sabio y un ignorante; aunque decía Albert Einstein: “Todos somos ignorantes, aunque no todos ignoremos la misma cosa”. Es una constante en la naturaleza del ser humano, el descubrir nuevos caminos, senderos secretos y mantenerse al tanto de las verdades que pueden encontrarse en el futuro, y esto sucede pese a que, siempre será más lo desconocido que lo poco que se cree conocer, ya que es una deficiencia de nuestra condición humana, existe un lado de la vida que no se logrará ver jamás totalmente. 
    
Pero, ¿qué sucede cuando el conocimiento no se les facilita a todos? ¿Cuándo unos pocos son los administradores de la enseñanza? ¿Tiene dueño entonces los conocimientos? ¿Fue acaso destinado a unos pocos, por considerarse sagrado y privilegiado? ¿Qué pasaría si la verdad fuera conocida por todos los seres humanos? 
    
Es la nueva consigna del éxito: “Quien tiene el saber, posee el poder”. Es la lógica que se implanta en el mundo Contemporáneo. Ya no se trata del tener cosas materiales, de acumular riquezas y dejarla guardada en algún banco para protegerla sino que además es necesario el saber cómo expandir eso que se retiene por un periodo de tiempo.
    
Cuesta aprender, sacrificarse y romper con el yugo de la opresión que impide el desarrollo de la humanidad, porque muchos quieren el poder, dominar y controlar las mentes humanas, ya que al parecer que no quieren que los demás cambien de estatus social, que accedan a modos distintos de pensamientos, y puedan desde ahí lograr revolucionar toda sus actividades cotidianas, y esta es la razón por la cual no quieren quitarle las vendas que los mantiene humillados y esclavos, porque sin darnos cuenta, el poder sobre otros, es la nueva manera de esclavizar, y el dinero es la vía más poderosa para conseguir este valioso objetivo; perseguido por muchos, alcanzado por unos pocos. Es una competencia extremista, egoísmo y exagerada, pues no se quiere reconocer que el resto de los seres humanos tienen también derecho a ser felices y a descubrir las verdades más ocultas que existen en este planeta y transformar su ignorancia en voluntades.             

 Así como el otro utiliza lo que aprendido para maltratar la dignidad de las personas. También, seres humanos de buena voluntad, deben empaparse de sabiduría divina y humana para contrarrestar esta epidemia de engaños, traiciones y camuflajes que imponen los dueños del mundo; que suelen mostrarse como héroes en los medios públicos para que la gente los aplaudas, y opacar parte de sus maldades mediante dádivas de cualquier índole.       

  Tendrás que aprender con tus propias manos, a ir formando tus criterios personales y ser astuto en las decisiones que tomas, porque la hipocresía se expande, los intereses individuales se protegen y las fronteras emocionales se alejan cada vez del ecumenismo socio-espiritual, y esto sucede, porque la verdad molesta, la justicia apesta y la moral es un trago amargo, que solo los coherente quieren beber y ofrecer a sus semejantes.

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