En ventas, así como también en cualquier otro campo en donde obremos, se hace necesario contar con ciertos elementos que incidan en el desarrollo de una buena gestión.
A través del tiempo, expertos han identificado, ciertas actitudes que son comunes en personas que obtienen este éxito. A continuación veremos, qué poseen, los exitosos en esta materia:
A) Una actitud positiva.
B) Entusiasmo.
C) Determinación.
D) Motivación.
E) Confianza.
F) Optimismo.
G) Dedicación.
H) Alegría en lo que hacen.
I) Capacidad para escuchar.
J) Paciencia.
Ahora bien, si bien es cierto, que estos elementos inciden en que una persona pueda tener éxito en la gestión de ventas, el coaching, que les pueda impregnar todo buen Director o Gerente de Ventas, será determinante en la consecución de los objetivos trazados. Para ello es necesario un buen enfoque y evaluación del denominado “enlace” entre la organización y sus clientes, que no es más que el representante de ventas.
Existe un elemento fundamental que todo buen representante de ventas debe de cuidar y mantener, en su relación con los clientes. Dicho elemento, es la confianza. A su vez, en el factor confianza, debemos de desarrollar los siguientes aspectos:
Sinceridad: Todo cliente valora en sentido general la honestidad.
Ser competentes: Los clientes, desean que UD. como buen representante de ventas, sepa exactamente lo que está haciendo. En este sentido, los clientes, necesitan sentir que tienen un bajo nivel de riesgo, con UD.
Mostrar interés: Los clientes necesitan saber, que UD. “siente su dolor” y que está genuinamente interesado en ellos y en sus asuntos, mas allá del cierre de una venta. En este sentido, cuando el cliente “llora de los dos ojos, desean que al menos UD. llore de uno”. ¡Ojo con las notas de crédito!
Pero, ¿por qué razón los clientes pudiesen vernos como desinteresados? Aquí algunas de ellas:
Porque escuchamos lo que podemos resolver, en vez de lo que es importante para nuestros clientes.
Porque muchas veces estamos muy ansiosos por encontrar soluciones, por lo que no escuchamos con atención los problemas de nuestros clientes.
Porque no nos ponemos del lado del cliente, ni vemos sus asuntos de negocio desde su perspectiva.
Vistas las cosas, desde este punto, podemos afirmar que “la falta de interés, hace sospechar de las necesidades del cliente” y “la confianza no es concreta, ni sustantiva, es algo que se desarrolla a través del tiempo y de las interacciones con el cliente”.
Todo representante de ventas, que se precie de ser bueno, deberá evitar caer en los denominados 7 pecados capitales del Vendedor. A saber, estos son:
1) Imprudencia,
2) Indiferencia,
3) Ineficiencia,
4) Inconstancia,
5) Inexperiencia,
6) Indolencia
7) Ignorancia.
Por último, todos nacimos con una inmensa capacidad para triunfar. Depende de cada uno de nosotros, explotar dicha capacidad al máximo. Emerson una vez dijo: “Nada valioso se ha obtenido, sin la fuerza del entusiasmo”.
El entusiasmo es la chispa que nos enciende la vida, es un torbellino de energía que nos motiva, estimula e inspira. Tengamos siempre en cuenta, que podemos lograr algo maravilloso, si nos disponemos a alcanzar objetivos grandiosos.
En todo aquello que decidas emprender en la vida, ¡prepárate para ser un triunfador!
A través del tiempo, expertos han identificado, ciertas actitudes que son comunes en personas que obtienen este éxito. A continuación veremos, qué poseen, los exitosos en esta materia:
A) Una actitud positiva.
B) Entusiasmo.
C) Determinación.
D) Motivación.
E) Confianza.
F) Optimismo.
G) Dedicación.
H) Alegría en lo que hacen.
I) Capacidad para escuchar.
J) Paciencia.
Ahora bien, si bien es cierto, que estos elementos inciden en que una persona pueda tener éxito en la gestión de ventas, el coaching, que les pueda impregnar todo buen Director o Gerente de Ventas, será determinante en la consecución de los objetivos trazados. Para ello es necesario un buen enfoque y evaluación del denominado “enlace” entre la organización y sus clientes, que no es más que el representante de ventas.
Existe un elemento fundamental que todo buen representante de ventas debe de cuidar y mantener, en su relación con los clientes. Dicho elemento, es la confianza. A su vez, en el factor confianza, debemos de desarrollar los siguientes aspectos:
Sinceridad: Todo cliente valora en sentido general la honestidad.
Ser competentes: Los clientes, desean que UD. como buen representante de ventas, sepa exactamente lo que está haciendo. En este sentido, los clientes, necesitan sentir que tienen un bajo nivel de riesgo, con UD.
Mostrar interés: Los clientes necesitan saber, que UD. “siente su dolor” y que está genuinamente interesado en ellos y en sus asuntos, mas allá del cierre de una venta. En este sentido, cuando el cliente “llora de los dos ojos, desean que al menos UD. llore de uno”. ¡Ojo con las notas de crédito!
Pero, ¿por qué razón los clientes pudiesen vernos como desinteresados? Aquí algunas de ellas:
Porque escuchamos lo que podemos resolver, en vez de lo que es importante para nuestros clientes.
Porque muchas veces estamos muy ansiosos por encontrar soluciones, por lo que no escuchamos con atención los problemas de nuestros clientes.
Porque no nos ponemos del lado del cliente, ni vemos sus asuntos de negocio desde su perspectiva.
Vistas las cosas, desde este punto, podemos afirmar que “la falta de interés, hace sospechar de las necesidades del cliente” y “la confianza no es concreta, ni sustantiva, es algo que se desarrolla a través del tiempo y de las interacciones con el cliente”.
Todo representante de ventas, que se precie de ser bueno, deberá evitar caer en los denominados 7 pecados capitales del Vendedor. A saber, estos son:
1) Imprudencia,
2) Indiferencia,
3) Ineficiencia,
4) Inconstancia,
5) Inexperiencia,
6) Indolencia
7) Ignorancia.
Por último, todos nacimos con una inmensa capacidad para triunfar. Depende de cada uno de nosotros, explotar dicha capacidad al máximo. Emerson una vez dijo: “Nada valioso se ha obtenido, sin la fuerza del entusiasmo”.
El entusiasmo es la chispa que nos enciende la vida, es un torbellino de energía que nos motiva, estimula e inspira. Tengamos siempre en cuenta, que podemos lograr algo maravilloso, si nos disponemos a alcanzar objetivos grandiosos.
En todo aquello que decidas emprender en la vida, ¡prepárate para ser un triunfador!
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