Saludos amigos, acá en una nueva conexión, para esta semana traigo un tema que a todos nos atañe pues no podemos vivir aislados, nos merecemos en un ambiente propio de convivencia con los demás, es por eso que nos cuestionamos: ¿qué son las relaciones interpersonales? Sencillamente son relaciones, vínculos, interacción, reciprocidad, física, emocional y de comunicación entre dos o más personas. Las necesitamos porque el ser humano es un ente Biopsicosocial, espiritual y trascendental. Yo necesito al otro y el otro me necesita a mí.
La interacción con los demás nos hace personas. Ahora bien, ¿cuándo son positivas? Son positivas cuando envuelven de forma efectiva y gratificante a ambas partes: Habilidad para comunicarse efectivamente, compartiendo ideas, afecto, empatía, compasión, respeto. Es necesario crear el don de escucharse mutuamente y propiciar un ambiente en donde la solución de conflictos se desarrolle de forma madura.
Otro elemento importante dentro de este tipo de relación es la expresión auténtica de uno/una. Así también la capacidad de aprender uno del otro y disfrutarse plenamente en las diferencias. No todos logran asimilar este gran valor. Ahora bien, hay ciertos factores que pueden tanto facilitarlas como obstaculizarlas: Actitudes hacia y desde uno mismo
Negativas: Inseguridad, traumas, trastornos de personalidad, temor al rechazo, poco autoestima, autocastigo emocional, vergüenza, timidez, todo tipo de complejos (creerse feo, poco interesante, difícil de tratar, pesado, torpe, poca cosa). Positivas: autoestima elevada, seguridad en sí mismo, capacidad, personalidad flexible, adaptable, sano orgullo personal, extroversión, respeto hacia uno mismo.
Suelo siempre en mi grupo de amigos plantearles estas diferentes posiciones relacionales que asumimos y para lo cual te invito a ubicar dentro del que podrías encajar amigo lector:
I. Yo estoy bien, tú estás mal (Valgo más que tú); II. Yo estoy mal, tú estás bien (Valgo menos que tú); III. Yo estoy mal, tú estás mal (Somos un desastre); IV. YO ESTOY BIEN, TÚ ESTÁS BIEN (Vale la pena relacionarnos).
Algunas recomendaciones prácticas para el éxito de estas relaciones interpersonales positivas serían:
1. Saber tener expectativas reales con los demás y que lo hagan conmigo también (A QUIEN VOY y QUIEN VIENE A MI) según funciones y capacidades: ¿A quién acudir cuando requiero APOYO PRÁCTICO. Algún favor, algún objeto, etc.
¿A quién acudir cuando...requiero INFORMACIÓN? Alguna referencia, un consejo, etc.
¿A quién acudir cuando requiero APOYO EMOCIONAL? Cuando estoy triste, cuando necesito contención, etc.
Recuerden que es natural que al relacionarnos surjan conflictos y diferencias y no dejar que mis emociones me dominen. Tomar en cuenta que la opinión y posición del otro pueden ser tan validas como la tuya. Sean sinceros, honestos, muestren respeto y afirmación del otro. Nunca Asumir, pensar o explicar la conducta del otro sin
antes escucharlo y dialogar. Creen armonía, vale la pena un ambiente de respeto, paz y bienestar.
La interacción con los demás nos hace personas. Ahora bien, ¿cuándo son positivas? Son positivas cuando envuelven de forma efectiva y gratificante a ambas partes: Habilidad para comunicarse efectivamente, compartiendo ideas, afecto, empatía, compasión, respeto. Es necesario crear el don de escucharse mutuamente y propiciar un ambiente en donde la solución de conflictos se desarrolle de forma madura.
Otro elemento importante dentro de este tipo de relación es la expresión auténtica de uno/una. Así también la capacidad de aprender uno del otro y disfrutarse plenamente en las diferencias. No todos logran asimilar este gran valor. Ahora bien, hay ciertos factores que pueden tanto facilitarlas como obstaculizarlas: Actitudes hacia y desde uno mismo
Negativas: Inseguridad, traumas, trastornos de personalidad, temor al rechazo, poco autoestima, autocastigo emocional, vergüenza, timidez, todo tipo de complejos (creerse feo, poco interesante, difícil de tratar, pesado, torpe, poca cosa). Positivas: autoestima elevada, seguridad en sí mismo, capacidad, personalidad flexible, adaptable, sano orgullo personal, extroversión, respeto hacia uno mismo.
Suelo siempre en mi grupo de amigos plantearles estas diferentes posiciones relacionales que asumimos y para lo cual te invito a ubicar dentro del que podrías encajar amigo lector:
I. Yo estoy bien, tú estás mal (Valgo más que tú); II. Yo estoy mal, tú estás bien (Valgo menos que tú); III. Yo estoy mal, tú estás mal (Somos un desastre); IV. YO ESTOY BIEN, TÚ ESTÁS BIEN (Vale la pena relacionarnos).
Algunas recomendaciones prácticas para el éxito de estas relaciones interpersonales positivas serían:
1. Saber tener expectativas reales con los demás y que lo hagan conmigo también (A QUIEN VOY y QUIEN VIENE A MI) según funciones y capacidades: ¿A quién acudir cuando requiero APOYO PRÁCTICO. Algún favor, algún objeto, etc.
¿A quién acudir cuando...requiero INFORMACIÓN? Alguna referencia, un consejo, etc.
¿A quién acudir cuando requiero APOYO EMOCIONAL? Cuando estoy triste, cuando necesito contención, etc.
Recuerden que es natural que al relacionarnos surjan conflictos y diferencias y no dejar que mis emociones me dominen. Tomar en cuenta que la opinión y posición del otro pueden ser tan validas como la tuya. Sean sinceros, honestos, muestren respeto y afirmación del otro. Nunca Asumir, pensar o explicar la conducta del otro sin
antes escucharlo y dialogar. Creen armonía, vale la pena un ambiente de respeto, paz y bienestar.
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