domingo, 13 de enero de 2013

Pese a sentencia excesiva, hoy un prisionero ejemplar

 por: José Rafael Sosa.


Cierto es que los errores se pagan y eso hay poca gente que lo sabe como lo ha experimentado Julio de la Cruz Arias. Violó la ley.  Su historia alcanza el nivel dramático de un buen guión penitenciario, pero se trata de la dura realidad. “Muchas veces me pregunto: ¿Cómo iniciar este relato sin que parezca una historia de ficción?”
Este dominicano, que había desempeñado diversos trabajos en su país, decidió buscar nuevos horizontes en Estados Unidos.  Llega al aeropuerto Kennedy el 14 de Febrero del 2002, donde lo recoge un hermano. No tiene trabajo todavía.
 El 18 de febrero, cuando hacía las diligencias para pagar impuestos pendientes (incom tax) y hacer el “afidavit” de sus ganancias que esperaba  el consulado norteamericano en el país a fin de procesar su residencia en EU, recibe una oferta de parte de otro dominicano, José Miguel Vásquez: ganarse unos cientos de dólares por custodiarle mientras lleva un dinero de un punto a otro, para lo cual le ofrece un arma. Aceptó y ese fue el mayor error de su vida. Lo admite.
A los cinco minutos, cuando va con Vásquez, quien lleva el dinero, los intercepta la policía, resultando que el dinero es procedente del narcotráfico y era una operación de lavado.   La detención se produce en la calle 187 esquina Elm Place, en el Bronx. Vásquez asume la responsabilidad de llevar 5 kilos de cocaina, 74 mil dólares y una libreta de contabilidad, además de una balanza electrónica portatil. Este imputado confiesa  y  descarga de culpa  de De la Cruz, indicando que fue contratado para la seguridad de la operación, sin participar en su dirección operación.
Mal inicio
Julio de la Cruz, con voz pausada y cargado de paciencia, refiere que fue golpeado durante el arresto sin que el intentara nada contra los agentes, fue esposado y se le siguió golperando, fue interrogado sin tener un abogado de densa presente  y fue presionado a firmar su declaración.
“He realizado cientos de mociones para reclamar por esas violaciones y cada una de ellas han sido negadas sin más explicación que la reiteración de las mismas atrocidades procedimentales” indica en un amplio expediente de su caso que remite a EL NACIONAL
La condena
Julio de la Cruz dijo que fue sentenciado por las imputaciones de conspiración para distribuir cocaina, lavado de dinero, posesión de un arma ilegal y de asaltar a un oficial federal, por lo que en principio la juez Bárbara  S. Jones, de la Corte Distrital del Distrito Sureño de N.Y. m lo sentenció a 118 meses concurrentes,  más 60 meses, rechazando la condición de “Mínimo participante”.
Indica que la condena ha sido fundamentada en una responsabilidad que no le es propia: la de dirigir la operación de narcotráfico, pese a que su participación fue de un contratado y que el principal inculpado lo explica a las autoridades.
Apunta que su familia tuvo que hipotecar la casa para pagar el primer bogado de defensa y que no valió de nada.
“He solicitado a las autoridades consulares de mi país, que soliciten una clarificación del caso y se encontrarán con absurdas incoherencias que me han llevado  a esta sentencia exhorbitante  similar a otros casos similares ganados en la Corte Suprema” .
Cita los juicios ganados por Santo Vs, EU, Gant Vs, Kentucky, Grawford Vs, Washington y Melendez-Díaz Vs, Massachouset, todos descargados por las mismas violaciones que -dice- tiene su caso.
“Me niego a aceptar que un pueblo tan democrático y luchador por los derechos humanos, pueda ser capaz de aparecer de apoyar como pueblo una acusación con estas violaciones”.
Indica que de acuerdo con la legislación, era pasible de cinco años de prisión y que fue condenado a 20, de los cuales tiene tras las rejas 12 y 9 meses.
Destrucción
“Han destruido no solo mi vida, sino también la de mis hijos . Ya el daño no es solo a mi persona física y por un error que cometí que no merecía una condena de tal magnitud. Han condenado mis descendientes. Tengo 4 nietos que no conozco. Agradezco a mi madre, apoyo fiel y firme” dice
Superación
Explica que pese a la injusticia, al rechazo de todas sus mociones, se ha transformado en un reo ejemplar, ha hecho decenas de cursos técnicos y artesanales, y sigue pagando una culpa excesiva en un ejercicio judicial que puede estar sesgado por el prejuicio y la mala voluntad.
Pide  más respaldo de las autoridades consulares dominicanas,  de las que dice no han sido indiferentes al caso. Desea terminar con el drama.
UN APUNTE
¿Qué hacer en su caso?
El Ministerio de Relaciones Exteriores debe replantearse una acción judicial que reivindique el derecho a juicio justo o procurar un acuerdo con las autoridades judiciales norteamericanas para lograr la excarcelación de un nacional que obviamente ha pagado más de la cuenta y tiene un comportamiento ejemplar. Es un suplicio que se ha extendido, dando por hecho que actuó ilegalmente, se ha extendido más allá de lo comprensible .El responsable en la Cancillería de la relación con Estados Unidos, es el licenciado Rafael B. Díaz A, a quien se le ha solicitado su intervención desde el 17 de agosto de 2011.
EL DATO
43 Cursos
Julio de la Cruz ha realizado más de 40 cursos vocacionales, artísticos y artesanales, además de integrarse a los planes de extensión social en el recinto penitenciario  de Fort Dix, en New Jersey. Su comportamiento ha debido merecerle una consideración de su con

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