Moisés Estévez.
La justicia social se refiere a las nociones fundamentales de igualdad de oportunidades y de derechos humanos, más allá del concepto tradicional de justicia legal. Está basada en la equidad y es imprescindible para que los individuos puedan desarrollar su máximo potencial y para que se pueda instaurar una paz duradera.
La comprensión de la dimensión ética de estos conceptos, fomentará tanto en jóvenes como en adultos, un accionar para propugnar por un mundo más justo.
Todas las personas tenemos necesidades básicas comunes, que se traducen en derechos humanos fundamentales: el derecho a la propia identidad, a la supervivencia, a la educación, a expresarnos con libertad y a ser tratados con dignidad y respeto, por ejemplo.
Cuando estas necesidades fundamentales no se satisfacen, nos encontramos frente a inequidades, que pueden darse tanto en los países industrializados como en países en vías de desarrollo. Lo que convierte estas situaciones en injusticias, es que pueden ser evitadas: no se trata de problemas irresolubles a los que no podamos hacer frente, sino que a menudo han sido provocados por personas y persisten porque mucha gente se desentiende de ellos. La decisión de promover o negar la justicia social, está en manos de personas, ya sea a escala individual, local, nacional o mundial.
En definitiva, las inequidades están relacionadas con los conflictos, tanto en los países industrializados como en los países en vías de desarrollo. La injusticia, sea real o percibida, es una de las fuentes más comunes de conflictos y de violencia entre individuos, grupos y países.
Puede ser, que la pobreza sea la injusticia más fundamental y extendida, ya que no permite el acceso a otros derechos fundamentales.
La discriminación es una injusticia que interfiere con las posibilidades que tienen los individuos de desarrollar su potencial.
Por su parte, la responsabilidad social es un concepto que se refiere al compromiso u obligación que los miembros de una sociedad -ya sea como individuos o como miembros de algún grupo- tienen, tanto entre sí como para la sociedad en su conjunto. Dicha noción, introduce una valoración -positiva o negativa- en relación al impacto que una decisión tiene en la sociedad. Esa valorización puede ser, tanto ética como legal, entre otras. Generalmente se considera, que la responsabilidad social se diferencia de la responsabilidad política, porque no se limita a la valoración del ejercicio del poder a través de una autoridad estatal.
“La responsabilidad social es una teoría ética o ideológica, en la que una entidad ya sea un gobierno, empresa, institución o individuo, tiene una responsabilidad hacia la sociedad. Esta responsabilidad puede ser “negativa”, significando que hay responsabilidad de abstenerse de actuar (actitud de “abstención”) o puede ser “positiva”, significando que hay una responsabilidad de actuar (actitud proactiva).”
Nuestro país, República Dominicana, necesita hoy más que nunca un concurso de voluntades que permita trazar, una estrategia de desarrollo sostenible, basada en criterios de justicia y responsabilidad social, para lograr esa patria que todos queremos. Es tiempo de empezar!!!
miércoles, 23 de enero de 2013
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